La llama (Lama glama) es un mamífero artiodáctilo doméstico de la familia Camelidae, abundante en la Puna o Altiplano de los Andes de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Argentina. Fue creado por los pueblos andinos nativos mediante selección artificial a partir del guanaco salvaje que fue domesticado y del cual, por lo tanto, la llama deriva. Según recientes estudios de ADN, esto ocurrió en principio de manera independiente en tiempo y espacio, en sectores del sur del Perú, norte de Chile, oeste de Bolivia y el norte de Argentina. Fue aprovechado al máximo por el imperio Inca: era utilizado como animal para sacrificios, se obtenía carne y lana de él, y era aprovechado como animal de carga (el único antes de la llegada de los españoles a América, si se exceptúan los perros de los trineos inuit o «esquimales»).
Llama como reclamo turístico.
Eran usadas por todos los pueblos andinos desde Ecuador hasta el archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile. Su población antes de la conquista se estima en treinta a cincuenta millones de animales; eran el principal ganado de estas tribus y naciones, gozando de gran consideración —en cambio, había pocos guanacos y alpacas, y la caza de la vicuña estaba prohibida bajo pena de muerte por orden del mismo Sapa Inca—. En comparación, Fernand Braudel estimaba que en la segunda mitad del siglo XVIII había en toda Europa sólo treinta y ocho millones de animales de labor, uno por cada cuatro habitantes.
Después de la conquista su población se redujo marcadamente, al igual que la de los indígenas; estos decayeron a un quinto de su población en un siglo y las llamas aún más, a apenas una décima parte. A inicios del siglo XXI hay aproximadamente siete millones de llamas en Sudamérica, otras ciento cincuenta y ocho mil en Estados Unidos y Canadá.
La diferencia entre llamas y alpacas
Este video demuestra cuales son las diferencias entre llamas y alpacas.
La creación de la llama
«Los españoles estaban convencidos de que los incas debían ser una de las doce tribus perdidas de Israel que había llegado a América del Sur y que los animales debían haber migrado hasta allí después de desembarcar del Arca de Noé» (Dr. Javier García Gómez y Dra. Bibiana Vilá).

